Mostrando entradas con la etiqueta petroleo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta petroleo. Mostrar todas las entradas

jueves, 19 de junio de 2008

PESCAR EN TIEMPOS REVUELTOS

Ritxar Bacete Gonzalez

A raíz del conflicto del transporte, la crisis de nuestro modelo de vida y el derecho a decidir un comentario y algunas preguntas...



Parece que las aguas bajan revueltas, y no sólo en los ríos y arroyos de los pueblos de Gasteiz, sino también en lo que han venido a denominar como la economía libre, global, o de mercado. El petróleo está por las nubes, los transportistas de huelga, Eroski sin leche ni galletas, las gasolineras con largas colas y sin gasoil ni super, y los buques insignia de la economía alavesa, como es la Mercedes, esas fortalezas inexpugnables, paradas por falta de pequeñas piezas… La Unión Europea pretende que los currelas nos dediquemos únicamente a eso, a currar, trabajando 65 horas semanales, en lo que vendría a suponer solamente unas 10 horas diarias y 15 los sábados ¡que tampoco es para tanto! ¿o es que no haríamos eso por nuestro país?…Mientras un señor serio (Jean-Claude Trichet, que nos tutela y lo hace por nuestro bien), no quiere que sigamos consumiendo, para que no se dispare la inflacción y ésta, nos haga daño, y por eso nos sube más y más el Euribor…que es un robo mensual al alza, pero serio, legal, bancario y por nuestro bien.
Y lo que es mucho más grave aún, los grandes capitales especulativos se han dado cuenta que los alimentos son un gran negocio, ya que no se sabe muy bien por qué, la gente se empecina en seguir viviendo y en tener que alimentarse para poder hacerlo. En el mundo de la búsqueda de hielo en Marte hay hambre. Mientras que una tercera parte de la producción agrícola de Estados Unidos en vez de alimentar personas, da de comer a los motores de los automóviles…
En el mismo mundo, en Puente Alto, en Araba, una tromba de agua sorprende a una pareja en su propia casa mientras ella, Zuriñe disfruta de su serie favorita “Yo soy Bea” y él, Felipe, su marido se relame con las primeras imágenes en directo de la Eurocopa desde Innsbruck… (y esto no lo escribo yo, es la transcripción literal de la noticia).
Y en esa actitud de estar “Viendo la tele” es como parece que por el momento respondemos ante una realidad tan convulsa…Pero estamos ante un cambio de ciclo estructural de la economía. Hace ya casi 40 años, los hermanos Meadows hicieron un cálculo sencillo en un libro antológico y perdido por las estanterías de la globalización que titularon “los límites del crecimiento”. Digo sencillo porque venían a calcular: cuántos somos y cuántos seremos, cuanto consumimos y cuanto consumiremos, y todo ello cruzado con los recursos materiales que se calcula que quedan en el planeta…Los resultados fueron tan demoledores que en 1992 volvieron a realizar el mismo estudio, con más y mejores medios, pero esta vez lo tuvieron que titular “Más allá de los límites del crecimiento”, es decir, que ya nos habíamos pasado…Anunciaban en el 92 lo que hoy está pasando: el colapso de la economía y la cultura del petróleo. O lo que es lo mismo, de la obscenidad del despilfarro y del usar y tirar, o lo que es lo mismo, de ese inocente botellín de agua que tras recorrer miles de kilómetros, y tener todo un proceso de transformación y distribución, lo usamos y lo tiramos…
En este contexto y para ser optimistas, me gustaría poder decidir. Se me ocurre una idea, podríamos hacer una consulta sobre el derecho a decidir, y se me ocurren también algunas preguntas:
1-.¿Está usted de acuerdo en apoyar un proceso de final dialogado de la violencia especulativa si previamente las multinacionales manifiestan de forma inequívoca su voluntad de poner fin a la usura y la utilización de las personas y sus necesidades como objetos de lucro, de una vez y para siempre?
2- ¿Está usted de acuerdo en que los partidos vascos sin exclusiones inicien un proceso de negociación para alcanzar un acuerdo democrático sobre el ejercicio del derecho a decidir del pueblo vasco sobre la soberanía alimentaria y la autosuficiencia y racionalidad energética, y que dicho acuerdo sea sometido a referéndum antes de que finalice el año 2010?
3-. ¿Está usted de acuerdo que las decisiones relativas a la economía y el funcionamiento del mercado se tomen de acuerdo a criterios y métodos democráticos y no por instituciones y personas ajenas a los ámbitos de decisión democrática?
4-. ¿Está usted de acuerdo en que los partidos vascos, y de más allá incluso, inicien un proceso de negociación para elaborar una propuesta de sistema económico de proximidad, sostenible, al servicio del bienestar de las personas y no viceversa?
Que nos pregunten, que estaremos encantadas de responder.


Leer más......

jueves, 12 de junio de 2008

Motivos para la huelga social general

César Manzanos Bilbao Doctor en Sociología, profesor en la UPV
Gara

Es la hora de elegir. Y una vez más esa elección pasa por darnos cuenta de que las posibles respuestas no son individuales, sino colectivas, de que el camino es la solidaridad, no por que tarde o temprano nos tocará a todos, sino por que es la única manera de vivir con dignidad

Es de auténtica vergüenza colectiva vernos en los supermercados, en la gasolineras o en los establecimientos comerciales, aterrorizados por el miedo a quedarnos sin alimentos, sin medios de transporte, sin productos de primera necesidad, debido a una huelga de transportistas que nos afecta a todos, pero no en sus efectos, sino en sus motivaciones.





Vemos cómo durante las tres últimas décadas los beneficios de los bancos y cajas de ahorro crecen progresivamente gracias a nuestros ahorros e hipotecas. Vemos cómo las tasas de ganancia de las grandes empresas nacionales y multinacionales que operan en nuestro país y en el resto de los países del mundo crecen gracias a la creciente precariedad y explotación de las personas que trabajamos.

Vemos cómo las administraciones centrales y autonómicas registran superávit gracias al incremento de los impuestos directos y sobre todo de los indirectos con que gravan los productos básicos que consumimos. Vemos cómo esas administraciones invierten ese dinero, nuestro dinero, en macroinfraestruturas que van en contra de cualquier criterio de desarrollo sostenible y de autogobierno de los pueblos.

Mientras hay crecimiento económico para unos pocos privilegiados que son quienes dan una imagen falsa de simulación de bienestar generalizado, la mayoría de las personas que trabajamos y sobre todo quienes están privadas del derecho al trabajo, vemos cómo nuestro poder adquisitivo cada vez es menor. Esto es lo que nos ha traído el actual modelo de «construcción europea» y, en relación con ella, la «moneda única».

No aprendemos de la historia, más bien vivimos a espaldas de ella y, en virtud de un falso y hegemónico concepto de progreso, del terror a la muerte y a la destrucción, las provocamos. Así, paradójicamente las tres grandes revoluciones tecnológicas de la humanidad (neolítica, industrial y cibernética) nos han traído el progreso sin precedente del hambre en el mundo y de las guerras más despiadadas.

El desmesurado incremento del precio de los carburantes, de la electricidad o del gas no proviene de la escasez de los mismos, sino en todo caso de su injusta gestión, pues no nos olvidemos de que de ese incremento se benefician las grandes empresas multinacionales de la energía como Repsol, Cepsa, Gas Natural, Iberdrola o Endesa, por citar algunas. Esas empresas siguen revitalizando y haciendo crecer exponencialmente sus tasas de ganancia.

Estas huelgas que protagonizan transportistas autónomos, pescadores y agricultores, que son los más perjudicados y los únicos productivos a efectos de creación de bienes básicos y su distribución, o las actuales propuestas de los países más poderosos de la «Unión Europea» de hacer trabajar, sobre todo a los sectores más precarizados, hasta 65 horas semanales, no son sino los primeros síntomas de las futuras crisis que se nos avecinan.

Estas futuras crisis vienen provocadas por los caníbales que se empeñan en imponer un modelo socio-económico al servicio de la acumulación del capital y de la riqueza en una pocas manos, devorándonos y convirtiéndonos a la mayoría de la Humanidad, a los animales, a las plantas, a las materias primas, a las fuentes naturales de energía en meros objetos utilizables o desechables en la medida que servimos a tal fin.

Pero su modelo económico llegará, tarde o temprano, a tocar techo. Ellos lo saben. Las nefastas consecuencias acumuladas de su afán depredador son el germen de futuras revueltas sociales que inexorablemente sufriremos, especialmente los más desfavorecidos, pero que darán al traste con cualquier proyecto de sostenibilidad.

Es la hora de elegir. Y una vez más esa elección pasa por darnos cuenta de que las posibles respuestas no son individuales, sino colectivas, de que el camino es la solidaridad, no por que tarde o temprano nos tocará a todos, sino por que es la única manera de vivir con dignidad en lugar de sobrevivir como depredadores.

Los motivos de estas huelgas que los gobiernos se empeñan en definir como «ilegales» nos afectan a toda la sociedad y, en lugar de practicar el sálvese quien pueda en un escenario de miedo generalizado, habrán de convertirse en argumentos de necesidad para librar una huelga social general que nos obligará a replantearnos la forma de vida que se nos impone.

De lo contrario la nueva gestión de la escasez fundamentada en el desorden, en la mercantilización de toda relación social, en la fabricación de seres idiotizados, nos obligará a aceptar la degradación del planeta y dentro de él la de los seres humanos. No esperemos a que los gobiernos o los partidos políticos, o los empresarios o los sindicatos nos den soluciones. Ellos más bien son parte del problema. Empoderarnos y sumarnos a la huelga es el camino para acabar con la lacra de un mercantilismo autodevorador y con unos estados a su servicio.


Leer más......

CRISIS, PETRÓLEO CARO Y CÓMO SE REPARTEN SOCIALMENTE LOS COSTES DEL AJUSTE

Angel Martinez de Antoñana

Está estos días nuestro buen presidente Zapatero afrontando su primera crisis, con movilizaciones y huelgas de transportistas, taxistas, agricultores y pescadores. Hasta ahora la coyuntura económica le había soplado a favor y será interesante ver cómo se comporta ante el nuevo panorama.

Hasta hoy nos mantenemos técnicamente en el eufemismo del término “desaceleración” pero parece que se han juntado todos los boletos para pronosticar una “crisis de caballo”.




Hay dos componentes:

-Una crisis energética, mundial, vinculada al encarecimiento del petróleo.

-Otra parte diferenciada según países, porque la crisis va por barrios, y no afecta lo mismo a unos países que a otros.

Hay países que les va a ir bastante mal, como España. Se ha agotado la construcción, tiene un modelo productivo poco tecnológico, muy intensivo en recursos naturales y explotación del territorio, con un alto peso del transporte por carretera y escaso del ferrocarril. Comparte con Estados Unidos una fortísima crisis inmobiliaria y un alto déficit comercial.

A Alemania le está yendo algo mejor, como muestra su excelente balanza comercial. Su nivel tecnológico es muy superior y empieza a moverse en sectores de mayor eficiencia y energías renovables. Euskadi, dentro de España, puede decirse que se parece un poquito más a Alemania.



En todo caso creo que lo primordial es ver cómo reaccionamos frente al encarecimiento del petróleo y en este sentido las medidas planteadas por el gobierno y los medios de comunicación son, de momento, bastante decepcionantes.

Hay que asumir que se trata de una crisis estructural, que pone en cuestión todo nuestro modelo productivo, casi nuestro modelo civilizatorio me atrevería a decir.



Los transportistas son el sector más visible de la crisis. Sin embargo, pescadores o agricultores son también tanto o más afectados. Porque hoy en día los campos no se cultivan con agricultores sino que se cultivan con petróleo (petróleo en forma de máquinas o de fertilizantes). Y los peces no los cogen los pescadores sino los barcos arrastreros. El peso de la mano de obra en estas actividades es cada vez más pequeño y el de la energía cada vez mayor. Quiero decir con esto que si se dobla el precio de la energía es de esperar un aumento de magnitud similar en el precio de los alimentos.

El alto precio del petróleo no es un fenómeno coyuntural, tenemos que asumir que cada vez va a ser más caro. De hecho, un informe presentado el 21 de mayo en Berlín dice que ya hemos sobrepasado el máximo anual de producción y que en el futuro cada vez será más escaso. Es la teoría del pico del petróleo, hace 8 años patrimonio de los ecologistas y al día de hoy cada vez más asumida por los expertos y cabezas pensantes del establishment.

En resumen, a niveles agregados, como sociedad, vamos a tener una energía más cara, unos alimentos más caros, tendremos que comer más vegetal y menos proteínas animales, hacer menos viajes al extranjero. El problema es cómo se van a repartir los costes del ajuste. Y en esto creo que deberíamos asumir que el transporte por carretera y la pesca industrial son sectores a reconvertir. Hay que reducir el empleo en ellos y canalizar a sus trabajadores, con las ayudas necesarias, hacia la construcción y explotación de ferrocarriles, hacia el desarrollo de las energías renovables y a promover la eficiencia, el ahorro y el reciclaje de materiales en todo el proceso productivo, a ecologizar una agricultura que necesitará de más campesinos y campesinas que ahora.

Por desgracia poco se habla de esto, parece que deberemos hacer el ajuste de forma traumática y que cada cual se las deberá arreglar como pueda. Más paro, familias con dificultades económicas, inmigrantes repatriados y ni hablar que aporten hoy algo más los que han engrosado sus beneficios en el anterior ciclo de crecimiento.

Leer más......