martes, 26 de febrero de 2008

Levantar un programa para frenar a la derecha y sus políticas en la calle y en las urnas

A la hora de votar en una elecciones, en la opinión ciudadana, debería ser importantisimo el programa y la practica de las diferentes formaciones políticas, pero no lo es. Por que tanto la derecha como las principales formaciones que se reclaman de la izquierda, especialmente el PSOE y el PCE hoy IU (o EB en euskadi) han hecho todo lo posible para que la cultura ciudadana sea mínima en este sentido.
Siempre han recurrido, campaña tras campaña, desde los comienzos de la transición, al marketing electoral en base a la imagen apropiada, el eslogan fácil, la demagogia barata, las promesas falsas y las actitudes políticamente correctas, pero vacias de contenido. (Por poner un ejemplo visible, todo el programa económico que levanta Javier Madrazo y LLamazares es "por la justicia social", si buscamos en los documentos más internos no se piense que se va más alla de propuestas para consensuar con el PSOE o para someterlas al PNV en euskadi)
Por eso, hoy nos encontramos con una fradulenta democracia que ilegaliza las ideas, la cultura y las opciones políticas de un pueblo, Euskadi, creando estados de excepción y una partitocracia dependiente del estado y no de sus bases electorales.
Esta democracia representativa de bajisima calidad va desde la injusticia de la desproporcionalidad del sistema, hasta la redución de todo el arco parlamentario al vulgar bipartidismo de derechas copiado del sistema USA.
Lamentablemente, el control de los medios y en otros casos el de los aparatos políticos obnubila y enbrutece a millones de ciudadanos y ciudadanas, privandoles de la posibilidad de defender sus propios intereses mediante una democracia participativa real basada en el poder de las organizaciones políticas y sociales representativas de las que nos vamos dotando y de unos representantes políticos revocables en todo momento, que nos habrían de servir para llevar en la practica programas y alternativas de una forma mucho mejor y más eficazmente.
Hoy en dia estamos muy lejos de avanzar hacia una democracia radical y mucho más de una democracia socialista, ya que las opciones electorales se han demostrado por activa, tanto como por pasiva, incapaces de sucubir a la revolución del neoliberalismo y de generar cambios profundos en favor de la mayoría social. (Esto no quita que no se puedan reconocer algunas reformas limitadas que no solucionan la creciente desigualdad social)
Por eso añado este manifiesto programa de Espacio alternativo, (con el que me siento agusto) para apuntar que no estamos huerfanos de prespectivas, ni de propuestas de programa y de proyectos. Las organizaciones de izquierda deberían entrar a debatir si hoy en día estan en juego algunos de estos elementos programáticos y cuales son las vías de lucha más apropiadas para poderlos obtener. (A algunas solo les valen los cargos)
Bueno, al menos debería servirnos de reflexión que la historia nos ha dado muchas pistas de que a la derecha se la para con la movilización, pero no exclusivamente con las papeletas electorales como quiere el señor Zapatero y su pedigueño colaborador LLamazares, sino con la movilización de la sociedad, esa a la que se han negado durante estos últimos 4 años, dejandole la calle al griterío de todo tipo de retrogardos e involucionistas de derecha y de extrema derecha, que hoy en día casi es lo mismo.
Marcelino Fraile



Medidas programáticas de Espacio Alternativo ante las elecciones generales del 9 de marzo

Durante estos cuatro años de legislatura del PSOE, la derecha ha tomado la calle, con la Iglesia a la cabeza, desarrollando una ofensiva conservadora y neofranquista ante las tímidas reformas sociales que ha intentado aplicar el PSOE. Los ataques de la derecha extrema, que actualmente representa el PP, hacia los derechos sociales y políticos más básicos, no han sido contestados por la llamada “izquierda institucional”, lo que ha impedido frenar la ofensiva reaccionaria que actualmente hegemoniza el panorama político en el Estado español.

Las gentes que luchamos por actualizar una perspectiva de transformación social del actual modelo socioeconómico, debemos esforzarnos en definir una serie de reivindicaciones útiles para bloquear la ofensiva neoliberal, tanto si procede de gobiernos de derechas como si es administrada por formaciones que se dicen de izquierdas. Hoy, la izquierda anticapitalista no tiene la fuerza necesaria para levantar a corto plazo un referente electoral que exprese en el terreno de las urnas las voces de los que luchan.

Por lo tanto, desde nuestras modestas fuerzas, creemos que el proceso de construcción de una izquierda consecuente pasa no sólo por frenar el avance de la derecha en las urnas sino, sobre todo, por aumentar el nivel de conflictividad social y de conciencia de los y las trabajadoras, por volver a tomar las calles y arrebatárselas a la derecha. Para ello necesitamos levantar un programa de movilización social para no mendigar en las urnas. Por lo tanto, proponemos aquí una serie de puntos básicos de urgencia anticapitalista que nos permitan situar las necesidades sociales por encima del beneficio económico, abogando por la movilización como herramienta para desterrar el consenso y el pacto social con los poderes económicos y eclesiásticos y con la derecha.

1) Por el acceso a un trabajo digno, estable y con derechos. Los trabajadores debemos pasar a la ofensiva

Ante la perspectiva de la agravación de la crisis económica actual: incremento del paro, recesión económica, aumento de los precios, precariedad laboral… debemos de articular una ofensiva de los y las trabajadoras, independientemente de quién gane las elecciones del 9-M, con el fin de aumentar la cobertura social y los derechos sociales actualmente existentes. En este camino es imprescindible superar la concertación sindical y la llamada “paz social”, que no hacen otra cosa que permitir la degradación constante de nuestras condiciones de vida. Será importante construir un llamado a la lucha entre los trabajadores de todas las centrales sindicales. Para ello proponemos:

Reducción por ley de la jornada de trabajo a 35 horas semanales sin reducción salarial. Trabajar menos para trabajar todos y todas.
Supresión de la Ley de autónomos que está siendo utilizada para convertir a los asalariados en falsos autónomos, favoreciendo el despido libre y presionando sobre vacaciones, horarios y enfermedades.
Aumento de las prestaciones al desempleo mediante un incremento del presupuesto público y de los impuestos directos a las empresas.
Reforma del Estatuto de los Trabajadores en lo referente a los despidos improcedentes para que sea el o la trabajadora quien elija entre indemnización y readmisión.
Prohibir por ley los despidos y las deslocalizaciones en empresas con beneficios.
Revisión semestral automática en función de los aumentos de la inflación. Es decir: instauración de una escala móvil de salarios.

2) Todo sube, salvo los salarios…

¿Contención salarial o contención de los beneficios empresariales?

Vivimos malos tiempos para el pueblo trabajador. Hemos empezado el año con brutales incrementos en los precios de los alimentos –como el pan– y los servicios básicos –la luz, el agua, el gas, correos, metro, RENFE, etc.–, sin que se hayan compensado con subidas significativas de los salarios. Entre 2001 y 2005, las 30 primeras multinacionales españolas han acumulado un beneficio empresarial de más de 100.000 millones de euros, con una tasa anual de beneficios en torno al 15%. Sin embargo, el salario medio real de los trabajadores perdió el 4% de su poder adquisitivo en la década que va desde 1995 a 2005. Esto se traduce en una situación sangrante en la que 316.000 familias viven en la severa pobreza. Por todo ello exigimos un incremento salarial por encima de la inflación y de la productividad que compense las pérdidas continuas de poder adquisitivo y un Salario Mínimo Interprofesional de 1200 euros que nos equipare a los países europeos de nuestro entorno.

¡Que paguen los ricos!

Reforma fiscal y reparto de la riqueza.


Hoy los poderes económicos y sus ideólogos no sólo dirigen su ofensiva contra la cuantía de los impuestos, sino también, y sobre todo, contra todos los elementos de progresividad del sistema tributario, con el argumento del carácter desincentivador que supuestamente tendría sobre el trabajo, el ahorro y la inversión. En el periodo electoral estamos viendo cómo los grandes partidos han emprendido una peligrosa carrera de promesas electorales, en la que la bajada de los impuestos directos aparece como su medida estrella.

Por el contrario, nosotros apostamos por una reforma fiscal en la que paguen los ricos, regida por los siguientes objetivos:

Incremento de los tipos impositivos de impuestos directos progresivos (Impuesto sobre la Renta) en los tramos superiores.
Equiparación de los impuestos al capital mobiliario (sobre dividendos) al impuesto de sociedades.
Establecimiento de un nuevo impuesto finalista sobre la masa de beneficio, que obligaría a la empresa a destinarla a innovación tecnológica y renovación sostenible medioambiental del tejido productivo. Un porcentaje sería para la autoinversión y otro para inversiones públicas en infraestructuras básicas (inversión en parque de energías alternativas y tecnologías sostenibles para la economía y la sociedad).
Instauración de un impuesto sobre las grandes fortunas y sucesiones que gravaría las sucesiones a partir de cierta cifra con un 50%; y el patrimonio, con tramos: uno sólo declarativo a efectos de cálculo censal (pequeña propiedad); uno mediano para patrimonios de clase media; y uno más elevado para la gran burguesía.
Reducción sustancial del IVA, especialmente para bienes de primera necesidad, en un nivel inferior al vigente, que permita rebajar el alza de los precios de los productos básicos.

3) En defensa de los servicios públicos. Por los bienes comunes y contra la privatización

La reducción de los ingresos fiscales que se desprende de las políticas neoliberales constituyen una coartada perfecta para la degradación de los servicios públicos y de las prestaciones sociales y un pretexto para su privatización. Una privatización, muchas veces pagada con dinero público (fundaciones sanitarias, colegios concertados…) que beneficia el lucro de los grandes lobbys empresariales y que establece una segregación económica entre centros y ciudadanos de primera y de segunda. Para modificar esta tendencia privatizadora de los servicios públicos proponemos:

La congelación de todos los planes en curso de privatización de empresas y servicios públicos y la renacionalización bajo control democrático de l@s usuari@s y l@s trabajador@s de los que ya han sido privatizados. Supresión progresiva de los conciertos en materia de sanidad y educación.
Un servicio de salud que de prioridad a la prevención; con financiación suficiente, extraída de impuestos directos en función de la riqueza; gestionado total y directamente por la administración y controlado por las organizaciones sociales; sin discriminación para inmigrantes y que reconozca, entre otros, el derecho al aborto libre, a la muerte digna y a la eutanasia.
Ni un duro a la privada, congelación y eliminación de las subvenciones a los colegios concertados y privados, por el contrario aumento del presupuesto de educación de cara a dotar adecuadamente de fondos a la escuela pública asegurando una educación igualitaria, de calidad y laica que supere las fracturas socio-económicas existentes.
La gratuidad de las guarderías públicas para el conjunto de la población empadronada, con independencia de sus ingresos, mediante un aumento significativo de las plazas ofertadas actualmente.
Derogación de la LOU y de la actual implementación del Espacio Europeo de Educación Superior (porceso de Bolonia) con el fin de abrir un debate dentro de la comunidad académica y entre la sociedad en su conjunto que permita dilucidar el modelo de educación superior que necesitamos. Eliminación de las trabas económicas de acceso a la universidad (tasas), eliminación de las becas préstamo y aumento del presupuesto destinado a becas de estudio y de emancipación.

4) ¿Qué pasa? ¿Qué pasa?... ¡Que no tenemos casa!

El problema de la vivienda es escandaloso. ¿Cómo explicarse que haya tanta gente que no puede acceder a una vivienda cuando éste es el lugar de Europa donde más se ha edificado en los últimos años? La única respuesta es que se ha hecho para especular y amasar grandes fortunas y no para satisfacer las necesidades de la población. Lo que necesitamos no es construir más, sino repartir mejor. Por esto proponemos medidas enérgicas para acabar lo antes posible con esta situación, tan irracional como injusta:

Aprobación de una moratoria urbanística y derogación de la ley del suelo 6/1998, que tanta destrucción ambiental y precariedad social ha generado.
Requisición municipal de las viviendas vacías para ampliar drásticamente el número de pisos de alquiler de protección oficial (que se deberían otorgar de modo vitalicio y sin posibilidad de entrar en el mercado negro).
Impuesto extraordinario anual sobre las segundas residencias (también en el caso de que sean propiedad de extranjeros no residentes en el Estado español) equivalente a un 300% de su IBI y destinado a un fondo público para la rehabilitación de viviendas en barrios degradados, con el fin de ampliar el parque de pisos de alquiler de protección oficial.
Realización de un nuevo catastro y elaboración de una regulación que avale la expropiación de las viviendas vacías, descuidadas y en desuso, exigiendo su mantenimiento y puesta en uso mediante su ocupación, empleo, alquiler o venta.
Necesidad de equilibrar el modelo fiscal sobre la vivienda, para que las desgravaciones fiscales no sigan incentivando la propiedad frente al alquiler. El montante de las desgravaciones deberían reorientarse para evitar el fraude, invertir en la rehabilitación y adaptación ecológica de las viviendas degradadas, y para financiar las expropiaciones –cuando estén justificadas– de viviendas para su destino y uso social.
Despenalización y regulación de la ocupación de viviendas y edificios abandonados.

5) “dios, patria y familia”… detengamos la ofensiva reaccionaria y represiva. Defendamos las libertades democráticas.

Ante la ofensiva de la derecha y la jerarquía eclesiástica es necesario ahondar en los derechos y las libertades sexuales, para ello proponemos:

La plena libertad para las opciones sexuales LGBTQ (lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros y queer).
La gratuidad de los anticonceptivos y su distribución por la Seguridad Social.
El aborto libre y gratuito en la sanidad pública.
Las campañas públicas regulares de educación sexual y de información sobre la contracepción, el aborto y de erradicación de la homofobia.
Legislar de cara a posibilitar el derecho a la adopción homosexual.
Pero la ofensiva reaccionaria también se extiende a otros terrenos. Las libertades democráticas están hoy gravemente amenazadas. En Euskadi se cierran regularmente periódicos y centros sociales y se ilegalizan partidos y movimientos sociales con el pretexto de la lucha contra ETA. Los y las trabajadoras de tierra de Iberia que participaron en la huelga en el aeropuerto del Prat han sido procesadas por “sedición”. Algunas obras teatrales críticas son censuradas y acosadas por los fascistas. La extrema derecha asesina en las calles. Cada vez más manifestaciones pacíficas son prohibidas, “secuestradas” o violentamente dispersadas por las fuerzas represivas. ¡La criminalización de los movimientos sociales avanza ante la pasividad y la connivencia de la izquierda institucional! Es vital construir movimientos de masas unitarios que se opongan frontalmente a estos recortes de libertades y que impongan por la vía de los hechos la libertad de acción y expresión de las luchas.

6) “De aquí o de fuera, la misma clase obrera”: por la regularización de todas las personas sin papeles… contra el racismo y el fascismo

No podemos seguir permitiendo una Europa fortaleza que invisibilice a una parte fundamental de la población, eliminando sus derechos por el mero hecho de no haber nacido en Europa. Por ello proponemos:

Plena libertad de circulación y establecimiento para las personas.
Regularización sin condiciones de todos las personas inmigrantes que residan en territorio español.
El derecho de sufragio activo y pasivo en todas las elecciones.
Acceso en igualdad de condiciones a todos los servicios públicos.
El derecho inalienable al reagrupamiento familiar.
Respeto escrupuloso del derecho de asilo.
Persecución implacable de cualquier agresión racista y fascista, ya sea contra autóctonos o extranjeros.
Derogación de la Ley de Extranjería.

7) Nuestras vidas y el planeta valen más que sus beneficios, atajemos la crisis ecológica

Por mucho que diga el primo de Rajoy, el cambio climático es real y constituye uno de los principales problemas y retos al que se enfrenta el género humano. El modelo actual de producción, desarrollo y consumo es incompatible con la preservación del medio ambiente. Mientras el lucro privado prime sobre los intereses colectivos, nuestro futuro y el del planeta seguirá siendo incierto. Nuestras propuestas solo pueden considerarse transitorias en la medida en que apuntan a un nuevo modelo social y económico ecológicamente sostenible:

La prohibición de los cultivos transgénicos.
La prohibición progresiva del uso de pesticidas y la introducción de ayudas públicas a la agricultura biológica y de proximidad (gravando con un impuesto específico a las grandes superficies comerciales y a las empresas comercializadoras), con el fin de alcanzar a corto plazo una mayor soberanía alimentaria de la Península.
La gratuidad del transporte público metropolitano para favorecer una reducción del uso del coche privado y fomentar el uso de transportes no contaminantes.
Cierre de las centrales nucleares en el plazo de tiempo más breve posible técnicamente y puesta en marcha de un plan de reorganización de la producción que sitúe en su centro a las energías renovables, con el fin de abandonar progresivamente el uso del petróleo. Ello debe complementarse con un plan de ahorro energético de gran envergadura (que incluya en primer lugar la prohibición de alumbrados decorativos superfluos en vías públicas y zonas comerciales). También debe incrementarse drásticamente el presupuesto destinado a la investigación pública en energías alternativas.
Promoción del transporte de mercancías por tren y barco para sustituir el transporte por carretera a largas distancias y prohibición del transporte aéreo de productos alimentarios.


2 comentarios:

ion dijo...

Euskal Herria, Marce, que pareces del PNV....
El texto esta muy bien salvo un punto, el de la gratuidad del transporte público metropolitano. Es un tema bastante discutido. Y es que la gratuidad total puede producir un efecto contrario al deseado. En primer lugar, porque puede estimular una movilidad innecesaria, y el objetivo último, no lo olvidemos, es reducirla; recordemos lo ocurrido en EuskoTren cuando los jubilados se iban a Bilbo a Donostia a tomar un café. En segundo lugar, y como consecuencia de estimular la demanda, puede producirse una saturación y degradación del servicio público que disuada de su utilización. Y en tercer lugar, porque el transporte público también contamina, aunque menos, y no se puede por tanto estimular una movilidad superflua mediante la gratuidad: ha de pagarse en la medida que contamina, menos de lo que se debe gravar al transporte privado, sin duda, menos probablemente que lo actual, pero no gratis.

Marce dijo...

Pues tienes razón. Ya sabes algunos aprendemos hasta siendo mayores.