miércoles, 8 de octubre de 2008

Educación: muchas noticias y pocas novedades

Arantza FernÁndez De Garaialde, Endika RodrÍguez, Amaia Zubieta, Jon Monux Y Josu Zalbidea

EL curso escolar ya ha comenzado, todas las mañanas nos despertamos con alguna noticia aparentemente llamativa, pero lo cierto es que hay pocas novedades. Los retos más importantes están pendientes desde hace tiempo y han resistido el paso de varias administraciones educativas.

Como consecuencia de la puesta en marcha de la LOE el año pasado, están vigentes los nuevos currículums de primaria y secundaria obligatoria y se están gestando los de bachillerato y educación infantil. Rara vez se menciona que ese nuevo currículum carece de un plan de formación para el profesorado, aun cuando el modelo de enseñanza-aprendizaje basado en las competencias suponga un cambio (y van…). Tampoco la labor tutorial, los planes de convivencia o los programas iniciales de formación profesional han recibido hasta ahora una dotación de recursos acorde con la importancia que se les pretende dar. El mantenimiento de las ratios y la escasez de recursos humanos deja en agua de borrajas la reforma integral educativa que se supone estamos abordando.



La normalización lingüística es otro de los grandes retos (no sólo) educativos con los que nos encontramos. Hay que decir que el sistema de enseñanza no ofrece a todo el alumnado el mismo curriculum. Los niveles de competencia lingüística que se consiguen en euskara son completamente distintas en función del modelo o de la zona (en el caso de la Comunidad Foral Navarra) correspondiente. En Navarra, donde el sistema público no garantiza el derecho a estudiar en euskera en todas las zonas y donde no conocemos una evaluación de los actuales modelos lingüísticos, el Departamento manifiesta un enorme interés por desarrollar nuevos programas para impulsar el inglés. Colocan a los padres así ante una falsa dicotomía entre el euskera y el inglés y siguen despreciando la demanda de euskaldunización.

Por otra parte, en la Comunidad Autónoma Vasca el Departamento de Educación acaba de elaborar un proyecto de ley sobre el tratamiento de las lenguas en el sistema educativo. Éste es un intento de superar el actual sistema de modelos que venimos reclamando hace años, y que respecto al calendario marcado por el propio departamento trae un año de retraso. Sin embargo, seguimos con las mismas dudas que antes. No sabemos si habrá suficiente audacia como para dar un auténtico paso al frente o si todo quedará empantanado en el laberinto de los trueques politiqueros. El espectáculo que están dando los supuestos defensores del castellano (¡como si éste estuviese en peligro!) y algunos partidos, que so pretexto de buscar el consenso lo que intentan en realidad es imponer el derecho de veto, no se pueden interpretar sino como obstáculos para entorpecer la normalización del euskera.

En cuanto a las redes pública y privada es claro que no hay intención ni en Navarra ni en la CAV de corregir el rumbo. Las administraciones, en lugar de hacer una firme apuesta por el sistema público, están trabajando a favor de la enseñanza privada.

En la CAV hace tiempo que no tenemos ninguna noticia con relación al Mapa Escolar, elemento estratégico necesario para regular y readecuar la oferta educativa, su remodelación podría haber sido una ocasión excepcional para reforzar la red de centros públicos y colocarnos a nivel europeo (con porcentajes de alumnado escolarizado en el sistema público superiores al 80%), pero no hay ni rastro de esto. La equidad y las políticas sociales progresistas están presentes en la retórica pero no en la práctica de nuestros gestores.

En Navarra el Departamento de Educación ha subido sin ningún tipo de disimulo ni contrapartida la financiación de los centros concertados, y en la CAV las presiones en la misma dirección son constantes. Queremos afrontar el tema de la financiación de la red privada remarcando que la misma proviene en un 70% de dinero público, y que sin embargo, la gestión de estos recursos es totalmente privada con falta de transparencia y control público, lo que da cobertura a quienes desde esa red se niegan a dar respuesta a las demandas y a las responsabilidades sociales que se les atribuye a los centros educativos.

En una maniobra de despiste, el Departamento de Educación de la CAV nos acaba de presentar un plan de inversión de 700 millones de euros para edificios nuevos y mejora de los colegios públicos. Lo cierto es que los nuevos centros escolares que se harán ya estaban previstos y la supuesta noticia no es sino una recopilación de medidas ya presupuestadas que, por cierto, acumulan notables retrasos. La verdadera noticia sería que el 6% del PIB se destinara al ámbito de la educación colocándonos a la par de la media europea, de la que el actual 3,5% nos mantiene a considerable distancia.

La Administración Navarra, por su parte, ha anunciado una reducción de 25 millones de euros para los próximos años en educación como consecuencia de la crisis; la mayoría del recorte afectará al desarrollo del euskera, la implantación del ciclo de 0-3 años y a la formación del profesorado.

La negociación colectiva no está para tirar cohetes precisamente (o quizá sí, pero de los otros). La lectura restrictiva sobre el acuerdo firmado con los sindicatos (incluido el nuestro) que hace la administración en Navarra mantiene en constante tensión al profesorado de la red pública. En la CAV está vigente un convenio firmado en contra de la mayoría sindical que no responde a las necesidades ni del profesorado ni de los centros. Los y las educadores/as laborales cumplirán el quinto año sin convenio; y en los centros concertados, la patronal ni cumple el convenio vigente ni reúne la mesa de negociación siquiera. En resumen, no se aprecian intenciones por parte de ninguna administración ni de la patronal de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores/as de la enseñanza.

Como ya se ha mencionado más arriba el ciclo 0-3 en Navarra contará con menos recursos para llevarse a cabo precisamente cuando tendrán que sacar un Decreto Foral para regular este ciclo. Mientras tanto en la CAV la implantación va despacio, dando todas las facilidades a la red privada y sin ninguna conexión con los posteriores ciclos educativos de la red pública.

También hay movimiento en la Universidad, ya que se inicia la implantación de las nuevas titulaciones emanadas de la directiva de Bolonia. La universidad privada lanza una nueva ofensiva para financiarse mejor gracias al dinero público. Próximamente tendremos elecciones para el rectorado en la UPV.

Como telón de fondo tenemos una situación económica consecuencia de varios años de neoliberalismo y especulación salvaje, un desastre financiero que pretenden que sufraguemos a escote para seguir primando el beneficio de unos pocos y el empobrecimiento de muchos, un descalabro que aprovecharán para sermonearnos sobre la necesidad de apretarse el cinturón y la imposibilidad de mantener y mejorar los servicios públicos. No tragamos. Reivindicamos la función estratégica del sistema educativo para crear una sociedad más cohesionada y a la vez más libre y solidaria, es momento de avanzar, de reforzar y extender el sistema educativo público, de invertir más y de relevar al enorme contingente de profesorado que se jubila. Para que el relevo sea efectivo necesitamos incorporar profesionales que cuenten con una formación inicial y continua adecuada, con unos recursos materiales y humanos suficientes y con unas condiciones laborales buenas, no hay atajos.

* Miembros de STEE-EILAS


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