domingo, 20 de abril de 2008

¿MÁS SUBVENCIONES A LA ESCUELA PRIVADA?

La petición de las escuelas concertadas para que Educación asuma el 100% de su financiación ha reabierto el debate sobre las subvenciones económicas que deben recibir los centros.

Un debate nuevamente viciado, tramposo que si no nos levantamos en defensa de una escuela pública y de calidad, nos va a llevar a su definitiva marginación y consideración de sistema subsidiario. Cuando debiera ser lo contrario.

Uno de los aspectos en los que más se nota el carácter antisocial y neoliberal de este Gobierno Vasco, es en el apoyo desorbitado y descarado a la enseñanza privada



Poco a poco van desgastando al sistema público (somos el único pais de nuestro entorno en el que ya desde hace varios años el porcentaje de alumnos es mayor en la privada que en la red pública. Por poner algunos ejemplos: el porcentaje de la red pública en la CAV es del 48,6%en el Estado español el porcentaje de los alumnos de Primaria y Secundaria matriculados en enseñanza pública es del 70,2%, en el Reino Unido es del del 58,6%, en Francia el 78,8%, en Portugal el 87,5%, en Alemania el 93,5% y Suecia el 93%).

Cuando existen enormes carencias en la escuela pública, cuando vemos los esfuerzos que hay que hacer para mantener unas instanlaciones dignas, un material actualizado y adecuado de primer nivel (no vamos a entrar en el bochornoso ejemplo dado por la Diputación guipuzcoana subvencionando a las ikastolas privadas (por cierto porque se les olvida poner siempre esta coletilla, “privadas”) para el programa de sustituir los libros por ordenadores personales portátiles, mientras en la inmensa mayoría de la red pública (por no decir en su totaliidad) el ratio de ordenadores por alumno es ridículo). Cuando lo lógico en una sociedad que se dice avanzada y progresista es conseguir, incentivar, una escuela pública de calidad y de alto nivel, que garantice una enseñanza digna a toda la población, que la enseñanza privada sea subsidiaria, o complementaria, para todo aquel que no quiera mezclarse ni convivir con el resto de los mortales, bien por motivos ideológicos o religiosos, de segregación clasista, o por modas y gustos varios.

El debate, una vez conseguida esa escuela pública y de calidad, es si debiera subvencionarse o no la enseñanza privada. Y desde luego si es de recibo que lo haga en esa proporción (más del 70% de sus gastos). No estaría mal en una etapa de transición, posibitando que todos aquellos que lo deseen se sumen al sistema público, pero el objetivo debe ser UNA ESCUELA PÚBLICA DE MÁXIMA CALIDAD.


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