Se ha puesto en duda la sensibilidad de izquierdas de los concejales de EB de Arrasate. Ellos son un ejemplo para todas las gentes de izquierda, han dado la lección más magistral que se podría dar en defensa de la dignidad de los principios de la democracia y del dialogo para la resolución de conflictos.
Lo han hecho en las peores circunstancias políticas, que se han soportado en los últimos años, bajo la presión infernal de todo el aparato del estado y de las fuerzas e instituciones que lo sostienen. Y lo han hecho con el valor, la humildad y la entereza, que caracteriza a las personas, que son absolutamente imprescindibles, para la construcción de la sociedad justa, libre y solidaria, con la que soñamos y luchamos los revolucionarios socialistas, democráticos y autogestionarios de todas las épocas. Esos pocos, que al día hoy, nos resistimos a la barbarie y la reacción del capitalismo global.
No obstante, somos bastantes los que nos sentimos orgullosos de tener compañeros así, Joseba Ugalde y Ander Rodríguez, como todos los miembros de la asamblea local de EB, junto a muchos militantes de Ezker Batua y muchos ciudadanos y ciudadanas de todas y de ninguna de las formaciones políticas del País Vasco, sí nos hemos llegado a plantear seriemente la posibilidad de representar a Isaías Carrasco con dignidad y lo hemos hecho en lo más profundo de nuestro corazón, como si nos hubiesen matado un familiar.
Lo hemos hecho en nuestros sentimientos, en nuestras casas, en la calle, en las instituciones y en los medios de comunicación. Tenemos la moral por los suelos, por el dolor de la perdida y por la indignación política, ya que no existen razones, ni explicaciones, ni justificaciones para que se pueda acabar con la vida de ningún trabajador, de ningún representante político elegido por el pueblo.
No es ni la primera vez que sentimos esto, ni es por la única persona por la que nos hemos sentido derrotados, desde Miguel Angel Blanco, Fernando Buesa a Josu Muguruza o Santi Brouard. Somos muchos los ciudadanos del País vasco que nos sentimos pisoteados, cuando vemos que los concejales de nuestros pueblos tienen que pasear escoltados, y cuando conocemos o nos ocultan que una persona es torturada por las fuerzas de seguridad del estado.
Somos muchas las personas que hemos dicho muy activamente que no queremos esta escalada de violencia, que ETA debe dejar las armas sin condiciones ya, y que la represión por medio de leyes, jueces y policías no conducen a nada más que aumentar esta escalada. ¿Y cuantas veces nos han tachado de etarras o de colaboradores de la represión? Muchas, y muchas más estamos dispuestos a soportar, hasta que se imponga la razón y el camino de la búsqueda de las soluciones políticas.
Las urnas le dieron la alcaldía de Arrasate a la alcaldesa de ANV y desde nuestro punto de vista su silencio es una actitud, que la llena de toda la sin razón humana, la desacredita políticamente al no querer defender todos derechos para todas las personas; pero la sin razón y el descrédito político y moral no son un delito. Son una conducta reprobable. Por eso habrán de ser las urnas las que juzguen su conducta, como lo fueron en su día las conductas de Aznar o Felipe Gonzalez. Como lo deben ser las de todos los alcaldes que no denuncian la tortura, la guerra de Irak, la criminalización de HB, o los crímenes del franquismo, los de la transición o los de la actual “democracia”… (¿Sabían que cuando se discutieron los casos de tortura de Igor y Sarasola los sensibles concejales del PSE se fueron del pleno del ayuntamiento de Arrasate?)
No puede ser, que porque ETA haya asesinado a Isaías, esto le de la alcaldía al PSE. Si nosotros fuéramos del PSE no la querríamos de ningún modo y mucho menos se la pediríamos a los otros partidos políticos como un cheque en blanco. Nunca podríamos unirnos a los otros partidos por el sentimiento prepolítico de la venganza, o ante la sin razón de los que guardan silencio por los asesinatos.
Se ha hablado mucho de democracia con dignidad, pero ¿Por qué no se han convocado nuevas elecciones, si no hay acuerdo con el programa mayoritario de gobierno? ¿Por qué se ha optado por el conmigo o contra mi, o por el cheque en blanco como venganza, en lugar de negociar en el pueblo, y no en las ejecutivas; sobre la base del programa mayoritario, hoy incumplido por ANV al no respetar el punto de defender todos los derechos para todas las personas?
¿Porque prefieren discutir quien son los que pone más muertos sobre la mesa, si el franquismo, los gobiernos de la Monarquía española o ETA, o que duele más si por contraposición la perdida del compañero Isaías o la de los compañeros Lasa y Zabala o los de una lista interminable? Para muchos esta discusión ética nos parece macabra, nefasta, ruin, inmoral, fuera de toda finalidad ética y sobre todo inútil. Los sentimientos son los sentimientos, por eso entendemos el dolor de todas las familias de las víctimas, pero no su instrumentalización política en uno u otro sentido.
No puede ser que el dolor nos lleve a la sin razón, a no pensar en como se soluciona esta situación tan dramática, que vivimos en Euskadi; y menos, a que los concejales de los pueblos renuncien a la búsqueda de soluciones, o a que cambien su actitud por la de la confrontación de la acción y la reacción. La violencia tiene que parar ya, la sociedad lo pide a gritos todos los días.
Los concejales de EB son muy valientes, porque son muy pocos los que son capaces de hacer frente a la solución de los problemas reales. La indignación es muy natural y es muy fácil, pero el esfuerzo por discernir soluciones es muy duro. Los concejales de EB han rechazado, condenado y criticado todo y más, sobre el asesinato de Isaías. Pero nunca seguirán la moral de ETA “de que el fin justifica los medios”, como tampoco seguirán la moral análoga, de que el fin de sacar a la alcaldesa del ayuntamiento justifica los medios de criminalizar, ilegalizar, excluir, perseguir, encarcelar y reprimir las ideas, los programas, las personas, y sobre todo, las leyes de la democracia y del dialogo, que son las bases de cualquier convivencia pacifica.
No nos enterremos a nosotros mismos en la sin razón. Es a los vivos a los que nos toca, no solo representar a los muertos, sino pensar en como solucionar la violencia, para que nunca haya más, ni una sola persona que sea victima de ella.
Quizá algunos nunca puedan llegar a entenderlo, pero si decimos que cuando asesinaron Isaías algunos lo sentimos como si nos hubiesen matado a uno de nuestra familia, no estamos haciendo literatura. Tenemos familiares que son del partido socialista. Y como Euskadi es tan pequeña también tenemos familiares que son de la izquierda abertzale y por eso sentimos el problema en la calle y en la casa. Este no es este un problema fácil de resolver, no bastan dos exabruptos en un medio de comunicación o una fuerte declaración desde una tribuna política.
Creemos que la única actitud que nos permitiría abrir los caminos a las posibles soluciones es la contraria a la actitud fanática, a la crispación, la confrontación o la represión sistemática, basadas en las pulsiones más nefastas de la destructividad humana, estas ya se saben a que conducen.
Muchos españoles deberían de dejar de escuchar los discursos incendiarios y escuchar a las víctimas o a los familiares que les representan, que no predican ni el odio, ni el rencor a los que les intentaron asesinar o lo consiguieron. Deberían escuchar a los antagonistas que son partidarios de las soluciones como la autodeterminación o los referéndums. A los que construyendo desde la libertad buscan ese encuentro amable, esa unión libre de comunidades distintas, de seres humanos diferentes, como ya expreso Bernardo Atxaga mejor que nosotros.
Los de EB que insistentemente pedimos que ETA se desarme sin condiciones ya, les hacemos mucho daño a su fanatismo autoritario, y a su abandono absurdo de la utilización de las vías políticas. Y por eso no vamos a ayudarles a victimizarse más con la filosofía del “a por ellos”, y no vamos a llegar a acuerdos con el PP, con el PSE o con el PNV, que son más estéticos, que éticos, con un abismo de por medio entre programas, y lo que es peor con la total ausencia de querer buscar una solución democrática de futuro para Euskadi.
Desde los medios de comunicación de Madrid es muy fácil decir que se esta en contra del terrorismo, pero no es tan fácil hacerlo todos los días en el trabajo, en la calle y en las instituciones. Los concejales de Arrasate tienen una moral y unos principios intachables y de hierro en ese terreno.
Tampoco nos debemos de olvidar que en Madrid no se siente ningún efecto de las leyes y las medidas antiterroristas, pero en Euskadi sí. Aquí sentimos, que hasta Patxi López Presidente de PSE esta imputado en un juicio porque se sentó en un hotel a hablar con Otegi, en plena tregua. O nuestra compañera en la mesa del Parlamento Vasco Kontxi Bilbao esta inhabilitada por imponer el respeto del reglamento de la cámara, frente a los jueces que anulaban sus competencias.
Por parte del estado y los medios se hace una demagogia fácil los que condenamos la violencia somos tachados de colaboradores de la represión en Euskadi y los que criticamos los excesos del poder somos rápidamente tachados de etarras o colaboradores de ETA. Ahora ya se han debido modernizar los lenguajes y Llamazares nos dice que tenemos la sensibilidad de una almeja. Los dirigentes políticos hacen declaraciones grandilocuentes, que solo enconan el conflicto, y así tapan su ineptitud a la hora de resolver los problemas,
No vamos a repasar la ineficacia de todas las políticas antiterrorista, que se han inventado en los últimos 30 años para acabar con ETA y la izquierda abertzale o las diversas soluciones al problema vasco, que han puesto en práctica. Desde los famosos GAL, pasando por el intento de asaltar o suprimir la autonomía de Mayor Oreja, hasta el actual y estéril recorte de libertades democráticas de la ley de partidos, o la criminalización de las ideas, la prohibición de las formaciones políticas, el encarcelamiento de personas y periódicos por sus posiciones, o la judicialización de la política, etc, etc...
Pero si deberíamos repasar la que parece que va ser la nueva política antiterrorista. La política de excluir, detener, encarcelar (y cuando se les escapa la mano torturar) a todas las personas, que defiendan los ideales de independencia en Euskadi, aunque sea por medios políticos.
“Debemos recordarnos que uno de los principios básicos de una democracia es que sea incluyente, incluso con los que no creen en ella, porque de lo contrario vamos hacia otra cosa que no se llama democracia”.
Es triste que Llamazares ahora tenga tanta prisa por formar parte de esa nueva política antiterrorista. Esa que parece que están diseñando Zapatero con el PP, el PNV y CIU. Quizás esas declaraciones contra nuestros concejales sean para apuntarse algún tanto político rápido, que oculte su fracaso político. Ahora que no ha conseguido el puesto de ministro del PSOE, que en las elecciones pidió con tanta insistencia. Quizás lo obtenga por la vía de la firmeza ética recibiendo algún carguillo en interior, como a su íntimo amigo o a los compas de Cataluña. Parece ser que para eso de reprimir manifas si somos una organización útil.
Tampoco los concejales de Arrasate están solos en Euskadi, por ejemplo, el 40% de los concejales de EB les apoyan junto a muchos otros sectores de la izquierda social y política de Euskadi y del resto del estado. Esto se debe a que su postura política es clara: condenan el terror de ETA en todas sus expresiones y critican la represión y los excesos de los gobiernos de la Monarquía. Se debe a que luchan todos los días por la paz y la normalización y no por alimentar la confrontación, ni la espiral vengativa de la acción reacción. Y sobre todo se debe, a que no bajan la guardia en uno de los principios éticos, políticos y morales fundamentales de la izquierda, la profundización constante de la democracia y su no perversión, alteración o recorte por parte de las ejecutivas de los partidos, incluido el nuestro, que gobiernan para el pueblo, pero sin respetar lo que este vota o desea.
No querría olvidarme de aclararle a LLamazares que si la sensibilidad de los concejales de Arrasate es la de una almeja, (¿que poco respeto, no?). La de LLamazares a mi me recuerda a la de los animales que salen de las manzanas podridas, en este caso de la podrida manzana de la monarquía parlamentaria española, o en su defecto, por su formación política, del animal que saldría del más rancio y execrable cadáver del estalinismo, ese que condena y expulsa a los disidentes sin que tan siquiera puedan ejercer el derecho a defenderse.
Veremos ahora como el PSE pacta con el PNV en Euskadi y a Zapatero junto al PP y al PNV y a IU en Madrid diseñan esa nueva política antiterrorista global. ¿Se volverán a estudiar los consejos del señor X? ¿Se profundizará en la ley de partidos del PP y en la judicatura, para recortar más férreamente las libertades democráticas? ¿O se excluirá, perseguirá y encarcelará a todo el que tenga ideas independentistas? ¿Hasta donde se pretenderá llegar en la labor persecutoria?
Algunos pensamos que ni ETA en su escalada violenta, ni los que nos insultan y condenan como proetarras, por haber estado en una mesa de dialogo como Lizarra o en Loyola, nos deben apartar ni un milímetro de la necesaria profundización de la democracia y del dialogo, que quieren la mayoría de la sociedad civil, estas y no otras son las únicas vías que conocemos para acabar con tanto dolor fruto de la violencia sin sentido.
Lo han hecho en las peores circunstancias políticas, que se han soportado en los últimos años, bajo la presión infernal de todo el aparato del estado y de las fuerzas e instituciones que lo sostienen. Y lo han hecho con el valor, la humildad y la entereza, que caracteriza a las personas, que son absolutamente imprescindibles, para la construcción de la sociedad justa, libre y solidaria, con la que soñamos y luchamos los revolucionarios socialistas, democráticos y autogestionarios de todas las épocas. Esos pocos, que al día hoy, nos resistimos a la barbarie y la reacción del capitalismo global.
No obstante, somos bastantes los que nos sentimos orgullosos de tener compañeros así, Joseba Ugalde y Ander Rodríguez, como todos los miembros de la asamblea local de EB, junto a muchos militantes de Ezker Batua y muchos ciudadanos y ciudadanas de todas y de ninguna de las formaciones políticas del País Vasco, sí nos hemos llegado a plantear seriemente la posibilidad de representar a Isaías Carrasco con dignidad y lo hemos hecho en lo más profundo de nuestro corazón, como si nos hubiesen matado un familiar.
Lo hemos hecho en nuestros sentimientos, en nuestras casas, en la calle, en las instituciones y en los medios de comunicación. Tenemos la moral por los suelos, por el dolor de la perdida y por la indignación política, ya que no existen razones, ni explicaciones, ni justificaciones para que se pueda acabar con la vida de ningún trabajador, de ningún representante político elegido por el pueblo.
No es ni la primera vez que sentimos esto, ni es por la única persona por la que nos hemos sentido derrotados, desde Miguel Angel Blanco, Fernando Buesa a Josu Muguruza o Santi Brouard. Somos muchos los ciudadanos del País vasco que nos sentimos pisoteados, cuando vemos que los concejales de nuestros pueblos tienen que pasear escoltados, y cuando conocemos o nos ocultan que una persona es torturada por las fuerzas de seguridad del estado.
Somos muchas las personas que hemos dicho muy activamente que no queremos esta escalada de violencia, que ETA debe dejar las armas sin condiciones ya, y que la represión por medio de leyes, jueces y policías no conducen a nada más que aumentar esta escalada. ¿Y cuantas veces nos han tachado de etarras o de colaboradores de la represión? Muchas, y muchas más estamos dispuestos a soportar, hasta que se imponga la razón y el camino de la búsqueda de las soluciones políticas.
Las urnas le dieron la alcaldía de Arrasate a la alcaldesa de ANV y desde nuestro punto de vista su silencio es una actitud, que la llena de toda la sin razón humana, la desacredita políticamente al no querer defender todos derechos para todas las personas; pero la sin razón y el descrédito político y moral no son un delito. Son una conducta reprobable. Por eso habrán de ser las urnas las que juzguen su conducta, como lo fueron en su día las conductas de Aznar o Felipe Gonzalez. Como lo deben ser las de todos los alcaldes que no denuncian la tortura, la guerra de Irak, la criminalización de HB, o los crímenes del franquismo, los de la transición o los de la actual “democracia”… (¿Sabían que cuando se discutieron los casos de tortura de Igor y Sarasola los sensibles concejales del PSE se fueron del pleno del ayuntamiento de Arrasate?)
No puede ser, que porque ETA haya asesinado a Isaías, esto le de la alcaldía al PSE. Si nosotros fuéramos del PSE no la querríamos de ningún modo y mucho menos se la pediríamos a los otros partidos políticos como un cheque en blanco. Nunca podríamos unirnos a los otros partidos por el sentimiento prepolítico de la venganza, o ante la sin razón de los que guardan silencio por los asesinatos.
Se ha hablado mucho de democracia con dignidad, pero ¿Por qué no se han convocado nuevas elecciones, si no hay acuerdo con el programa mayoritario de gobierno? ¿Por qué se ha optado por el conmigo o contra mi, o por el cheque en blanco como venganza, en lugar de negociar en el pueblo, y no en las ejecutivas; sobre la base del programa mayoritario, hoy incumplido por ANV al no respetar el punto de defender todos los derechos para todas las personas?
¿Porque prefieren discutir quien son los que pone más muertos sobre la mesa, si el franquismo, los gobiernos de la Monarquía española o ETA, o que duele más si por contraposición la perdida del compañero Isaías o la de los compañeros Lasa y Zabala o los de una lista interminable? Para muchos esta discusión ética nos parece macabra, nefasta, ruin, inmoral, fuera de toda finalidad ética y sobre todo inútil. Los sentimientos son los sentimientos, por eso entendemos el dolor de todas las familias de las víctimas, pero no su instrumentalización política en uno u otro sentido.
No puede ser que el dolor nos lleve a la sin razón, a no pensar en como se soluciona esta situación tan dramática, que vivimos en Euskadi; y menos, a que los concejales de los pueblos renuncien a la búsqueda de soluciones, o a que cambien su actitud por la de la confrontación de la acción y la reacción. La violencia tiene que parar ya, la sociedad lo pide a gritos todos los días.
Los concejales de EB son muy valientes, porque son muy pocos los que son capaces de hacer frente a la solución de los problemas reales. La indignación es muy natural y es muy fácil, pero el esfuerzo por discernir soluciones es muy duro. Los concejales de EB han rechazado, condenado y criticado todo y más, sobre el asesinato de Isaías. Pero nunca seguirán la moral de ETA “de que el fin justifica los medios”, como tampoco seguirán la moral análoga, de que el fin de sacar a la alcaldesa del ayuntamiento justifica los medios de criminalizar, ilegalizar, excluir, perseguir, encarcelar y reprimir las ideas, los programas, las personas, y sobre todo, las leyes de la democracia y del dialogo, que son las bases de cualquier convivencia pacifica.
No nos enterremos a nosotros mismos en la sin razón. Es a los vivos a los que nos toca, no solo representar a los muertos, sino pensar en como solucionar la violencia, para que nunca haya más, ni una sola persona que sea victima de ella.
Quizá algunos nunca puedan llegar a entenderlo, pero si decimos que cuando asesinaron Isaías algunos lo sentimos como si nos hubiesen matado a uno de nuestra familia, no estamos haciendo literatura. Tenemos familiares que son del partido socialista. Y como Euskadi es tan pequeña también tenemos familiares que son de la izquierda abertzale y por eso sentimos el problema en la calle y en la casa. Este no es este un problema fácil de resolver, no bastan dos exabruptos en un medio de comunicación o una fuerte declaración desde una tribuna política.
Creemos que la única actitud que nos permitiría abrir los caminos a las posibles soluciones es la contraria a la actitud fanática, a la crispación, la confrontación o la represión sistemática, basadas en las pulsiones más nefastas de la destructividad humana, estas ya se saben a que conducen.
Muchos españoles deberían de dejar de escuchar los discursos incendiarios y escuchar a las víctimas o a los familiares que les representan, que no predican ni el odio, ni el rencor a los que les intentaron asesinar o lo consiguieron. Deberían escuchar a los antagonistas que son partidarios de las soluciones como la autodeterminación o los referéndums. A los que construyendo desde la libertad buscan ese encuentro amable, esa unión libre de comunidades distintas, de seres humanos diferentes, como ya expreso Bernardo Atxaga mejor que nosotros.
Los de EB que insistentemente pedimos que ETA se desarme sin condiciones ya, les hacemos mucho daño a su fanatismo autoritario, y a su abandono absurdo de la utilización de las vías políticas. Y por eso no vamos a ayudarles a victimizarse más con la filosofía del “a por ellos”, y no vamos a llegar a acuerdos con el PP, con el PSE o con el PNV, que son más estéticos, que éticos, con un abismo de por medio entre programas, y lo que es peor con la total ausencia de querer buscar una solución democrática de futuro para Euskadi.
Desde los medios de comunicación de Madrid es muy fácil decir que se esta en contra del terrorismo, pero no es tan fácil hacerlo todos los días en el trabajo, en la calle y en las instituciones. Los concejales de Arrasate tienen una moral y unos principios intachables y de hierro en ese terreno.
Tampoco nos debemos de olvidar que en Madrid no se siente ningún efecto de las leyes y las medidas antiterroristas, pero en Euskadi sí. Aquí sentimos, que hasta Patxi López Presidente de PSE esta imputado en un juicio porque se sentó en un hotel a hablar con Otegi, en plena tregua. O nuestra compañera en la mesa del Parlamento Vasco Kontxi Bilbao esta inhabilitada por imponer el respeto del reglamento de la cámara, frente a los jueces que anulaban sus competencias.
Por parte del estado y los medios se hace una demagogia fácil los que condenamos la violencia somos tachados de colaboradores de la represión en Euskadi y los que criticamos los excesos del poder somos rápidamente tachados de etarras o colaboradores de ETA. Ahora ya se han debido modernizar los lenguajes y Llamazares nos dice que tenemos la sensibilidad de una almeja. Los dirigentes políticos hacen declaraciones grandilocuentes, que solo enconan el conflicto, y así tapan su ineptitud a la hora de resolver los problemas,
No vamos a repasar la ineficacia de todas las políticas antiterrorista, que se han inventado en los últimos 30 años para acabar con ETA y la izquierda abertzale o las diversas soluciones al problema vasco, que han puesto en práctica. Desde los famosos GAL, pasando por el intento de asaltar o suprimir la autonomía de Mayor Oreja, hasta el actual y estéril recorte de libertades democráticas de la ley de partidos, o la criminalización de las ideas, la prohibición de las formaciones políticas, el encarcelamiento de personas y periódicos por sus posiciones, o la judicialización de la política, etc, etc...
Pero si deberíamos repasar la que parece que va ser la nueva política antiterrorista. La política de excluir, detener, encarcelar (y cuando se les escapa la mano torturar) a todas las personas, que defiendan los ideales de independencia en Euskadi, aunque sea por medios políticos.
“Debemos recordarnos que uno de los principios básicos de una democracia es que sea incluyente, incluso con los que no creen en ella, porque de lo contrario vamos hacia otra cosa que no se llama democracia”.
Es triste que Llamazares ahora tenga tanta prisa por formar parte de esa nueva política antiterrorista. Esa que parece que están diseñando Zapatero con el PP, el PNV y CIU. Quizás esas declaraciones contra nuestros concejales sean para apuntarse algún tanto político rápido, que oculte su fracaso político. Ahora que no ha conseguido el puesto de ministro del PSOE, que en las elecciones pidió con tanta insistencia. Quizás lo obtenga por la vía de la firmeza ética recibiendo algún carguillo en interior, como a su íntimo amigo o a los compas de Cataluña. Parece ser que para eso de reprimir manifas si somos una organización útil.
Tampoco los concejales de Arrasate están solos en Euskadi, por ejemplo, el 40% de los concejales de EB les apoyan junto a muchos otros sectores de la izquierda social y política de Euskadi y del resto del estado. Esto se debe a que su postura política es clara: condenan el terror de ETA en todas sus expresiones y critican la represión y los excesos de los gobiernos de la Monarquía. Se debe a que luchan todos los días por la paz y la normalización y no por alimentar la confrontación, ni la espiral vengativa de la acción reacción. Y sobre todo se debe, a que no bajan la guardia en uno de los principios éticos, políticos y morales fundamentales de la izquierda, la profundización constante de la democracia y su no perversión, alteración o recorte por parte de las ejecutivas de los partidos, incluido el nuestro, que gobiernan para el pueblo, pero sin respetar lo que este vota o desea.
No querría olvidarme de aclararle a LLamazares que si la sensibilidad de los concejales de Arrasate es la de una almeja, (¿que poco respeto, no?). La de LLamazares a mi me recuerda a la de los animales que salen de las manzanas podridas, en este caso de la podrida manzana de la monarquía parlamentaria española, o en su defecto, por su formación política, del animal que saldría del más rancio y execrable cadáver del estalinismo, ese que condena y expulsa a los disidentes sin que tan siquiera puedan ejercer el derecho a defenderse.
Veremos ahora como el PSE pacta con el PNV en Euskadi y a Zapatero junto al PP y al PNV y a IU en Madrid diseñan esa nueva política antiterrorista global. ¿Se volverán a estudiar los consejos del señor X? ¿Se profundizará en la ley de partidos del PP y en la judicatura, para recortar más férreamente las libertades democráticas? ¿O se excluirá, perseguirá y encarcelará a todo el que tenga ideas independentistas? ¿Hasta donde se pretenderá llegar en la labor persecutoria?
Algunos pensamos que ni ETA en su escalada violenta, ni los que nos insultan y condenan como proetarras, por haber estado en una mesa de dialogo como Lizarra o en Loyola, nos deben apartar ni un milímetro de la necesaria profundización de la democracia y del dialogo, que quieren la mayoría de la sociedad civil, estas y no otras son las únicas vías que conocemos para acabar con tanto dolor fruto de la violencia sin sentido.
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