viernes, 28 de noviembre de 2008

Debemos dar una respuesta como clase y como pueblo



"La confrontación es una pedagogía de sumar por objetivos y en base a la correlación de fuerzas ir ganando o perdiendo"

Entrevista en DEIA a JOSE ELORRIETA

Se vuelve a hablar de nuevo del Pacto de Lizarra-Garazi. ¿Hay una segunda oportunidad?

Parto de que con el Estado hoy no es posible ningún acuerdo ni total ni parcial en el terreno político. Los que apuestan por una vuelta al estatutismo se equivocan porque una propuesta ajustada al marco vigente no va a tener ningún resultado porque el Estado utiliza la Constitución para frenar todo. Nadie por sí mismo, por las fuerzas que tiene en sí mismo, puede obtener un resultado favorable. Por otro lado sobra la vía militar. A partir de ahí debemos preguntarnos qué debemos hacer.


¿Y cual es su respuesta?

La confrontación. Quizás sea una palabra maldita, pero si quiero conseguir algo debo buscar una correlación de fuerzas que me sea favorable.

¿Cómo?

La acumulación de fuerzas requiere compartir objetivos y formas de trabajo. El problema que tenemos es que carecemos de un pre-Lizarra como hubo antes. Desde el 93 al 98 se fue gestando aquel pacto. Había varios elementos que lo posibilitaron, la crisis del Pacto de Ajuria Enea, el trabajo sindical conjunto o el trabajo de Elkarri por la distensión. Todo ello creó un caldo de cultivo que tomó una determinada forma, pero podía haber tomado otra cualquiera.

Ahora no hay nada de eso.

Estamos en un reflujo político acusado y no estando en una fase previa el futuro es difícil, pero no hay otra posibilidad. Ya llegaremos alguna vez. Sólo decimos que los que lo deseen tienen que sumar fuerzas. Repito, ahora mismo no existe ese trabajo previo para pensar en reeditar el pacto de Lizarra. Pero también es cierto que en muy poco tiempo cambian los escenarios.

ETA vuelve a hablar de Lizarra en su último comunicado.

Sí, pero es una incoherencia total porque fue quien lo rompió. Quienes fraguaron el Pacto probablemente no lo hicieron del todo bien pero seguramente no podía ser de otra manera. Todo quedaba a expensas de una interpretación de un texto. Un acuerdo soberanista tiene que tener un texto, sí, pero sobre todo tiene que tener algo que no tuvo Lizarra-Garazi: la confianza de las partes.

¿Cree que el nacionalismo vasco está en crisis?

No, ni aquí ni en Navarra. Está fuerte, hay gente militando. Hay cierta crisis porque ha habido determinadas expectativas que no se han cumplido. Desde ese punto de vista no estamos viviendo un momento positivo, pero creo que eso no es necesariamente malo. Necesitamos que en lugar de un panorama excesivamente acabado, pensar que hay tareas por delante con resultados que pueden ser inciertos. Pero dicho esto, también creo que la parte más militante está en nuestro pueblo. En el nacionalismo se sigue militando, el españolismo no genera militancia. El españolismo es ver cómo se frena desde el poder judicial, cómo se frenan las dinámicas sociales o cómo gano elecciones.

¿Entonces hay base política para pensar en Lizarra?

Yo creo que sí. Pasa que cuando no se ponen los focos sobre lo que se está haciendo se pierde visibilidad, pero soy optimista. Quien quiera asumir el liderazgo debe asumirlo para sumar y la suma es para confrontar. Se ha dicho que no hay masa crítica para determinadas reivindicaciones políticas, pero yo creo que sí.

¿Existe una mayoría para confrontar?

Hay que trasladar las experiencias sindicales a la política. Esas experiencias nos enseñan cómo hacer la confrontación. Hay masa crítica. No digo para ganar un referéndum, hay masa crítica para impulsar un referéndum. Pero hay que creer que eso es posible y eso exige compromiso, y compromiso es decir con quién trabajo, a quién le busco. A partir de ahí si algo no puede hacerse por los límites que me imponen, se dice: hasta aquí hemos llegado. Si hacemos eso hay condiciones. Pero la gran confrontación es un mito que nos destruye. La confrontación es una pedagogía de sumar por objetivos y en base a la correlación de fuerzas ir ganando o perdiendo. Visto así, el Estado es débil, entre otras cosas porque le falta legitimación democrática para posibilitar espacios de decisión.

Pero mientras ETA no desaparezca poco se podrá hacer ¿no?

El derecho a decidir ya es un paradigma que interioriza todo el mundo abertzale. Lizarra fracasó, pero no ha sido un ejercicio perdido, como tampoco lo ha sido Anoeta. Fue el tercer intento de buscar una salida. Pero ahora ninguna genera expectativas en la sociedad, ni el bilateralismo ETA-Gobierno ni la vuelta al neoestatutismo. Las dos experiencias -legítimas- fallidas del lehendakari imposibilitan una tercera estrictamente institucional para abordar de nuevo un proceso similar.

Algunos le ven en la política. Hasta se ha publicado que está impulsando alguna lista. ¿Es cierto?

Son cosas de la Policía, y quien lo publicó no contrastó la información. Además eso quiere decir que la Policía investiga al secretario general de ELA, lo que me parece gravísimo. La Policía tendrá mucha información, pero a veces es falsa porque no tiene buena o porque le interesa dar una información falsa.

¿Pero hay alguna posibilidad de que pase a la arena política?

Evidentemente no. Sería estúpido que una persona que ha estado 30 años de secretario general dilapide todo el crédito de su trayectoria nada más dejar el sindicato.

Elorrieta dice que se busca apartar al sindicalismo reivindicativo

El todavía secretario general de ELA, José Elorrieta, ha defendido hoy el modelo "de contrapoder" que practica esta central y ha dicho que ha habido un "rediseño" del diálogo social y se busca "dejar fuera de juego" al sindicalismo reivindicativo, "cuando es más necesario que nunca".


Efe Bilbao


Con la participación de 736 delegados y el lema "Langileekin" (Con los trabajadores), el sindicato mayoritario del País Vasco ha iniciado hoy en Bilbao su XII Congreso confederal, en el que Elorrieta dejará la Secretaría General de ELA tras ocuparla veinte años y será sustituido por el actual "número dos" de la organización, Adolfo Muñoz "Txiki", según lo previsto.
En el informe de gestión presentado al Congreso, Elorrieta ha denunciado un "saqueo a gran escala" por parte del capital en los últimos años y una "ofensiva neoliberal" dirigida a desmantelar el modelo de relaciones laborales.
En el plano político, Elorrieta ha defendido la vuelta al "espíritu" de Lizarra -el acuerdo entre nacionalistas de finales de los noventa-, "sin lucha armada, sin neoestatutismo, sin iniciativas unilaterales" y dando por finiquitado el discurso de la transversalidad" -en favor del acuerdo entre nacionalistas y no nacionalistas-.
Según ha indicado, esta apuesta por un proceso soberanista, civil y democrático implica "confrontar" con el Estado política y socialmente.
Elorrieta ha reiterado que "el final del ciclo armado" de ETA "es de absoluta urgencia y prioridad" y ha vuelto a criticar "la hoja de ruta" del lehendakari Ibarretxe por sus "incoherencias".
En su opinión, "si decepcionante ha sido la decisión de ETA de volver a las armas" tras la última tregua, "también es decepcionante que, ante la previsible respuesta del Estado, el lehendakari se limite a convocar nuevas elecciones" con un planteamiento en el que "no se puede obviar el fuerte sesgo electoral".
Elorrieta ha denunciado, asimismo, "la escalada represiva del Estado" con una política antiterrorista "que castiga duramente a sectores políticos y sociales que nada tienen que ver" con ETA.


12º CONGRESO DE ELA: JOSÉ ELORRIETA DA EL RELEVO A ADOLFO MUÑOZ
Muñoz (ELA) acusa a Lakua de generar frustración a los abertzales


La renovación de ELA quedó marcada ayer con la designación de Adolfo Muñoz, «Txiki», como secretario general y Amaia Muñoa, como secretaria general adjunta. De esta manera se rompe con los lazos que unían a la tercera generación y al congreso de Euba, que José Elorrieta ha personificado hasta este relevo en el Palacio Euskalduna. La renovada ELA afirma que defenderá Lizarra-Garazi en el ámbito político y rechazará «la versión autoritaria» de Lakua.
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Juanjo BASTERRA | BILBO

El 91,22% de los congresistas de ELA aprobaron a Adolfo Muñoz como nuevo secretario general para los próximos cuatro años. Junto a él, hay un equipo que ha trabajado ya en la anterior etapa y que se ha preparado para liderar al sindicato. Es, como recordó, la cuarta generación. En su discurso, tras recordar los conflictos laborales vigentes y los que se han desarrollado en los últimos cuatro años, llamó a los responsables sindicales a «conseguir mayor militancia y afiliación» para hacer frente a la nueva etapa de crisis económica y rechazó «la versión autoritaria» de Lakua.

De los doce integrantes del Comité Ejecutivo de ELA, sólo hay una nueva incorporación , la de Xabier Anza, responsable de formación sindical. Amaia Muñoa será la secretaria general adjunta, tesorera y responsable para Ipar Euskal Herria. Patxi Agirrezabala seguirá como responsable de Comunicación. Laura González de Txabarri, responsable de Relaciones Internacionales. Alazne Alonso ocupará el cargo de Políticas de Género, Jóvenes y Salud laboral. Txema Laiseka, el área responsable de afiliación y de elecciones sindicales y Mitxel Lakuntza se encargará del área de Coordinación de Nafarroa e Inmigración.

Mikel Noval continuará siendo responsable del área de Política Social, del Gabinete de Estudios y de Medioambiente. Leire Txakartegi se ocupará de los Servicios Jurídicos y Euskera. Eustakio Uranga, de Organización y Joseba Villarreal será el responsable del área de Negociación Colectiva. En el encuentro, participaron los responsables de las centrales sindicales vascas. LAB, EHNE, ELB, ESK, STEE-EILAS e Hiru, además de otras organizaciones sociales. Todos las organizaciones invitadas remarcaron la necesidad de avanzar ante la crisis económica mundial que ha sido provocada «por la excesiva avaricia» y el modelo de neoliberalismo, que «es insaciable», como se recordó en el Palacio Euskalduna.

Durante la mañana, Txiki Muñoz desbrozó la ponencia, que fue aprobada por unanimidad por los congresistas. Las líneas básicas de la actividad de ELA profundizan en el trabajo que ha realizado en los últimos años. Apuesta por avanzar hacia la soberanía de Euskal Herria, por mejorar las condiciones laborales y por un reparto más justo de la riqueza, entre otras cosas. En la ponencia, ELA confirma la importancia de la actividad militante de cara a difundir y extender el mensaje de esta organización, ya que «no hay militancia, si no hay entusiasmo. Un militante es un tesoro al que hay que mimar».

En cuanto al contexto internacional, la ponencia de ELA confirma que «en todos los ámbitos de la economía, el trabajo y la vida social se retrae la responsabilidad pública y colectiva, convirtiendo al sujeto individual en responsable de su suerte». En el 12º Congreso de ELA queda también claro que «en la confrontación política prima la imagen sobre los contenidos, la propaganda sobre el programa, las técnicas de persuasión sobre la argumentación». Esas situaciones benefician de forma amplia a las administraciones públicas, por lo que ELA dentro de su amplio radio de acción aseguró que «es hora de de pasar a la ofensiva, al ataque, porque es posible organizar la lucha y estamos dispuestos a ello».

El congreso reconoció la necesidad de frenar la actitud de los gobiernos en favor de los empresarios, de fortalecer la negociación colectiva, para lo que ELA dice que «es imprescindible que «la opinión del sindicato se traslade a los trabajadores».
Etxaide: «LAB está dispuesta a dar pasos a favor de una alianza»
La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, intervino en el congreso y tendió su mano de cara a lograr la unidad de acción con ELA. «Es estratégica. Hablamos de reividicaciones estructurales y de una alianza que debe calar en ambos sindicatos». La líder sindical reconoció que «es cierto que esas premisas pueden dificultar el debate, pero da pie a llegar a acuerdos sólidos para dar pasos cualitativos a favor de esa alianza».
Etxaide destacó que «el relevo generacional que hemos sido capaces de hacer en LAB y ELA no sólo demuestra la salud interna de ambos, sino que las nuevas generaciones se integran en los sindicatos ligados a Euskal Herria y a la lucha por una alternativa social. Todo el que quiere luchar por sus derechos lo hace con los sindicatos abertzales». Recordó que «la perspectiva y la tranquilidad estratégica de transmitir la lucha generación tras generación nos debe permitir abordar ese futuro bajo dos referencias fundamentales: la soberanía e independencia y la justicia social. La una sin la otra, no tiene sentido», precisó.
Añadió que será «un largo camino en el que habrá estaciones. Una fue Lizarra-Garazi, pero es hora de abordar cuál es la siguiente como pueblo y lo que el sindicalismo abertzale aporta en este proceso». Ainhoa Etxaide señaló que ante la actual coyuntura económica complicada, «se tiene que abordar la crisis no sólo a nivel de las empresas, sino que debemos dar una respuesta como clase y como pueblo».J. BASTERRA



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