miércoles, 24 de diciembre de 2008

Ayto de Bilbao: El derechismo de Azkuna y la subordinación de EB

Azkuna vuelve a quitarse la careta. Esta vez para desmentir aquello que decía su partido con la boca pequeña: La conciliación entre Capital y Trabajo. Eso para el PNV pasa por que los sindicatos comulguen con todo tipo de ruedas de molino... como hacen en España.

Pero Azkuna lo tiene muy claro, se abre el comercio los festivos por cojones. Vivan los empresarios y abajo las conquistas históricas de la clase obrera. Vuelta al siglo XVIII y al que no le guste palo y tentetieso, que intervenga la policía para acabar con los piquetes "ilegales", como en época de su odiado Franco (¿será porque le tiene envidia a otro tío de orden como él?).

Decíamos en Noviembre sobre Azkuna:



"Debo iniciar este recorrido reconociendo que Azkuna es uno de los políticos vascos que mas asco me provoca. Derechoso en la sangre aunque él se crea lo contrario, partidario del orden y la uniformidad, engolado y prepotente con todo lo que suene a alternativo y contracultural... y siempre partidario de bajar la cabeza ante los poderosos y levantarla frente a cualquier reivindicación colectiva. A uno siempre le recuerda un cruce entre Breznev y Julián Muñoz con un toque regionalista a lo Revilla (el presidente "letrado" de Cantabria), alguien con quien Basagoiti se podría ir perfectamente de parranda. Una joya para Bilbao, vamos."

Y seguíamos en

http://irrintzia.blogspot.com/2008/11/azkuna-idom-euskal-herria.html

Ahora el tal Azkuna vuelve por sus fueros con un ataque frontal a un derecho laboral que además está refrendado por el 84% de los vascos (estadísticas dixit). Pues esperemos que las direcciones sindicales no bajen la cabeza y generalizen el conflicto. ¿Que va a detener a los piquetes como hacía Franco? Pues nada, se llama a formar un piquete de 10.000 personas y a ver qué pasa.

Y en cuanto a EB. Hasta ahora han hecho de correveidiles de Azkuna en Bilbao. ¿Lo van a seguir haciendo cuando éste ha desvelado su auténtico rostro a favor del capitalismo más salvaje? ¿No va a romper el pacto de gobierno porque sus prebendas son muchas, anteponiendo sus sillones a los intereses de los trabajadores?

Aunque EB lo tiene crudo en su hipócrita discurso en Bilbao. Mientras en el parlamento vasco critican la creación de sociedades instrumentales por el PNV sin ningún control para saltarse el derecho público, posibilitando que afiliados suyos nos roben a todos en el Guggenheim o en Balenciaga, aquí Ion Sustatxa el prepotente (es que lo de Azkuna se pega) hace lo mismo con Bilbao Kirolak. Olé la coherencia.

Acabemos preguntando qué le pasa al PNV: O Urkullu es bobo y el peor estratega que conozco, o un aprendiz de Maquiavelo (intentando quitar al fracasado Ibarretxe)que suspendió preescolar o manda menos en el partido que Rajoy en el PP. Porque que a tres meses de las elecciones le salga esa manada de grillos tarareando el himno nacional: Izaskun Bilbao con la rojigualda, Azkuna con los empresarios, Garai con la selección pret-a-porter... Acordaros de Gernika en las municipales (y si EB sigue pegado a Azkuna, también puede acordarse de algo)


1 comentario:

Mikel dijo...

Es cierto, a grandes brochazos, lo que se dice en tu artículo. Además de eso, hay que vivir en Bilbao, una ciudad muy plural y con hábitos socialmente liberales, para saber todo lo que el imperio Azkuna está perpetrando en esta villa.

Efectivamente, Azkuna es, ante todo, un señor de orden, esa es la característica que mejor le define. Es un médico de Durango -sí, ni tan siquiera es de Bilbao, baina badakigu borreroak badituela milaka aurpegi- que está intentando -y consiguiendo- hacer de Bilbao lo que ya hizo con ETB y con Osakidetza, cuyos efectos estamos pagando en la actualidad.

Y el papel de mamporrero que está jugando Ezker Batua, con la hermanísima al frente (con Madrazo hay que utilizar vocablos cercanos a la Cosa Nostra, la hermana, la prima, la hija de no sé qué familiar... instalados/as en la cúpula de la organización de su partido y de las instituciones), no ya consintiendo, sino incluso defendiendo las tropelías pertrechadas en su concubinato bilbaino, debería sonrojar a quienes se reivindican de la izquierda.

En cualquier caso, Azkuna está ahí por algo. Primero, porque su partido en Bizkaia -que nada que ver con el partido en Gipuzkoa, y mejor no miramos en Araba- le sustenta y alimenta. Segundo, porque tiene un mondongo de votos del carajo, lo que a las izquierdas debería hacernos pensar sobre la labor que realizamos en el ámbito municipal.

Claro, que teniendo en cuenta que nuestras reflexiones no sólo no abarcan el espacio municipal, sino tampoco el de la defensa del consumidor -donde se puede hacer un gran trabajo de concienciación anticapitalista-, ni el de las relaciones personales, ni el de la cultura -especialmente el de la cultura vasca-.., ni tan siquiera el de la teoría general del socialismo, resulta fácil comprender el dislate de la política cercana.

Y esto no es una acusación, sino, en todo caso, un mea culpa.